Hoy es el último día de mi vida, como todo los precedentes a éste.
La nostalgia me invade al pensar que hoy será el último día que voy a vivir, nada me asegura que mañana despierte nuevamente y pueda ver el sol una vez más. Diario despierto con una duda en mi cabeza ¿Ha valido la pena? Y en verdad la respuesta siempre ha sido evidente para mí, por supuesto que ha valido la pena.
Yo escucho a los demás solo dar quejas de lo que les ha pasado, como sus desiciones los han llevado a una insatisfacción, que si esto pudo haber sido diferente y que quizás si hubieran hecho las cosas de tal manera no estarían enfrentado lo que viven hoy. He de admitir que yo también caigo en éste círculo vicioso, pero con un poco de reflexión me doy cuenta de que no estaría, ni sería quien soy ahora si no fuera por todas mis vivencias, que estoy completamente feliz con las cosas amargas, tanto como las dulces que me ha entregado la vida, no me arrepiento de absolutamente nada en esta vida, todo ha sido exquisito en su manera de ser, ya que estar vivo y poder sentir es lo mejor que nos puede pasar como seres humanos.
Así es este es el final de mi vida, no veré como mis sueños se cumplen porque nada me asegura que se convertirán en realidad, solo soy una persona más transitando en esta vida y aunque no vea todas mis metas cumplidas, estoy satisfecho de que al menos en lo que viví de mi presente hice todo lo que pude para que se convirtieran en realidad.
Me gustaría decir que aunque habrán personas que quizás me extrañen, no tiene de que sentirse mal, ya que fui una persona que vivía lo mejor que podía y hacía lo que creía mejor para mí. Que era feliz aunque no lo demostrara y que solamente me recuerden por mi manera tan sencilla de vivir.
Admito que me causa incertidumbre que habrá después de la muerte, nada me asegura la existencia de un dios, así como tampoco me asegura una reencarnación, quizás no haya nada después de esta vida, solo un negro total. Sin importar cual sea el destino que me espera, será interesante descubrir eso.
No queda más que agradecer a la vida por permitirme estar aquí, todo lo que hice siempre fue de corazón, me da gusto saber que aunque haya aparentado otras cosas, soy un ser con una infinita capacidad de amar.
Ama la vida.